El fotógrafo surafricano Pieter Hugo se enteró de la existencia de los hombres hiena porque un amigo le envió una imagen tomada con su móvil en una calle de Lagos en Nigeria. Y decidió ir a conocerlos. El grupo lo integran siete hombres emparentados, una niña, tres hienas, cuatro monos y varias serpientes pitón.
Las hienas son agresivas, pesan más de 90 kilos y desprenden un olor nauseabundo. Nadie en África se atreve a acercarse a ellas. Nadie, salvo una extraña familia de Nigeria que guarda desde hace siglos el secreto de cómo domesticar a estos animales salvajes. Son el clan de los temidos hombres hiena, los Gadawam kura (los que pasean con hienas).
En Nigeria se habla de ellos como atracadores de bancos, recaudadores o traficantes de droga, pero en realidad son viajeros ambulantes que viven de montar espectáculos con sus animales y vender medicinas tradicionales. Son precisamente estas medicinas las que –dicen- evitan sean atacados por las hienas.
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